
Autor: Luis Sitges / Birding, Trekking & Nature
Desde principios de septiembre hasta mediados de octubre tiene lugar uno de los mayores espectáculos de la península ibérica, el celo de los ciervos comunes conocido como la berrea o brama. Los machos en celo emiten unos berridos principalmente al amanecer, anochecer y durante la noche que es lo que da el nombre a este acontecimiento anual.
Categoría C: Especies exóticas que, habiendo sido introducidas deliberada o accidentalmente por el hombre, han establecido poblaciones reproductoras regulares que se mantienen de forma autosuficiente, independiente y estable, o bien incrementan su demografía manifestando características invasoras. (Fuente, SEO/Birdlife).
La primera de ellas que he seleccionado es el bengalí rojo (Amandava amandava).
Durante el resto del año este mamífero permanece escondido entre la maleza del monte y es muy difícil observar, pero en la época de berrea abandonan los montes y bajan a las dehesas para la perpetuación de la especie.
El ciervo común (Cervus elaphus) también conocido como ciervo europeo, ciervo rojo o venado, miden aproximadamente 2 metros de longitud y los machos pueden llegar a pesar 200 kg. Son exclusivamente herbívoros y presentan un acusado dimorfismo sexual ya que las hembras son más pequeñas y carecen de la cuerna de los machos además de las diferencias en tamaño y peso.
Los machos no tienen cuerna hasta los dos años y en este año solo son dos varas y se les llama baretos.
Al llegar el tiempo de berrea, los machos están en pleno esplendor pero no será hasta que tengan varios años cuando serán los progenitores de la especie.
Solo es durante el celo cuando los machos se juntan con las hembras. El resto del tiempo las hembras se reúnen en bandos más o menos numerosos y los machos permanecen solos o unos pocos individuos.
Los machos renuevan su cornamenta todos los años durante el verano y los tienen listos para el comienzo de la berrea. Con cada muda aumentan el número de puntas que tienen en su cornamenta hasta alcanzar la plenitud de desarrollo que puede producirse entre los 6-7 años.
Durante este periodo los machos conquistan un territorio y hacen un harén de hembras siendo frecuentes las peleas entre ellos para arrebatarles las hembras cuando ven que pueden vencer al adversario o el macho dominante se ha debilitado.
Durante esta época los machos dejan prácticamente de comer y si no han almacenado las reservas suficientes durante el verano pueden incluso llegar a morir debido al tremendo desgaste que sufren en este período.
Es un espectáculo que se recuerda toda la vida tanto por el comportamiento de los animales como por los bramidos que emiten.